Nuestros caminos
se encontraron al fin,
aunque en momentos
separados por el azar.
Desconozco si es real
tan sublime sueño, quizás
sea una ilusión más
en esta travesía cruel.
¿Sabrás tú si tu destino soy yo?
¿Sabré yo si la bendita suerte
jugó en contra mía otra vez?
¿Sabremos juntos, amada mía,
que juntos debemos estar?
Ahora que te sé ajena
también es ajeno mi pensar,
porque no siendo tú mía
ajeno de mí también soy yo.
Nuestra atribulada historia
llena de fortuitos desencuentros,
no me deja más que una triste
desesperación por esperar.
Si te dijese adiós,
por simplemente esperar
un tiempo de paz
para poder callar,
mudo moriría
por vivir en tu silencio,
solo moriría
por naufragar sin ti.
Por eso un hasta luego
me invita a soñar
una vez más con el azar,
que algún futuro nos traerá
para juntos volver a estar.