Un hasta luego es mejor

Nuestros caminos
se encontraron al fin,
aunque en momentos
separados por el azar.

Desconozco si es real
tan sublime sueño, quizás
sea una ilusión más
en esta travesía cruel.

¿Sabrás tú si tu destino soy yo?
¿Sabré yo si la bendita suerte
jugó en contra mía otra vez?
¿Sabremos juntos, amada mía,
que juntos debemos estar?

Ahora que te sé ajena
también es ajeno mi pensar,
porque no siendo tú mía
ajeno de mí también soy yo.

Nuestra atribulada historia
llena de fortuitos desencuentros,
no me deja más que una triste
desesperación por esperar.

Si te dijese adiós,
por simplemente esperar
un tiempo de paz
para poder callar,
mudo moriría
por vivir en tu silencio,
solo moriría
por naufragar sin ti.

Por eso un hasta luego
me invita a soñar
una vez más con el azar,
que algún futuro nos traerá
para juntos volver a estar.

Angustia nocturna

Algo en mi vida se ha perdido.
Transcurre una noche eterna
porque robaste el sol y su calor.
No me queda mas que buscar
el amanecer en tu mirada
y sus sonidos en tu voz.

Y veo tus ojos…

Me encuentro sumergido
en el verde mar de tus ojos,
busco vestigios flotantes
que me salven con premura
de sus abismales profundidades.

Angustiosas mareas nocturnas
amenazan con callarme,
condenándome violentamente
a la fría y silenciosa oscuridad.

Y escucho tu voz…

Lacónica y gravitante
canta terribles melodías
de indescifrable certidumbre,
haciendo muda mi ausencia
en sus versos indiferentes.

La más triste de tus canciones
me cuenta tu vida sin mí,
¡Dichosos los hombres sordos
que no escucharon su omisión
en la resonancia de tu voz!

Y la noche sigue…

¡Ay de esta espera agobiante!
¿Cuándo veré mi sonrisa
reflejada en tus ojos?
¿Cuándo escucharé mi nombre
en tus canciones de amor?

Brevedad

Ayer fuiste alegría,
sueños y esperanza,
fuiste milagro,
fuiste amor…
amor y resurrección.

Hoy eres distancia,
calladamente lejana,
eres penumbra,
eres pena…
pena y melancolía.

Mañana serás ausencia,
silencioso vacío,
serás oscuridad,
serás muerte…
muerte y soledad.